Los errores de imagen y comunicación de Gustavo Adolfo Infante

Roberto Franco Briones / Consultoría en Imagen Pública ICONOS

De nada sirve que todos sepan tu nombre si nadie quiere tener nada que ver contigo

Gustavo Adolfo Infante es un periodista de espectáculos en México que cuenta con muchos años de experiencia frente a las cámaras. Sin embargo, fue en 2017 que obtuvo su gran éxito mediante el programa “De primera mano” que sale a través de Imagen Televisión.

Seguramente muchos de ustedes lo han visto o por lo menos han escuchado hablar de él, y tristemente no por las razones adecuadas. Si bien el periodista desde siempre se ha destacado por sus polémicas declaraciones, estos últimos años ha pasado la línea del respeto e incluso de la ética.

Ha entrado en conflicto con Mauricio Martínez, Gaby Spanic, Adela Micha, Paty Chapoy, Silvia Pinal, Silvia Pasquel, Enrique Guzmán, Ninel Conde, Chiquis Rivera y la lista podría seguir.

Aquí el tema no son las personas con las que él ha tenido enfrentamientos, si no que el conductor no logra comprender la diferencia entre la libertad de expresión y el abuso del micrófono.

La libertad de expresión tiene que ver con emitir nuestro pensar y sentir respecto a un tema con el fin de construir, hacer observaciones e incluso analizar algún acontecimiento. El abuso del micrófono es coaccionar para conseguir entrevistas, destrozar a diestra y siniestra trayectorias sólo por no pensar semejante o decir todo lo que se te viene a la mente por el simple hecho de ganar rating para que la televisora en la cual trabaja no corte su programa.

Esta confusión que tiene Gustavo Adolfo Infante la ha salido caro, ya que muchas personalidades de la farándula no se quieren ver involucrados con él y evitan salir en los espacios que él tiene por considerarlo poco serio, tal es el caso del actor Mauricio Martínez, a quien hace unos días agredió por no ir a su programa.

Gustavo todos los días gana más popularidad, la pregunta es si esta popularidad le va a servir profesionalmente o sólo va a hacer que lo reconozcan por las razones equivocadas, porque una cosa es ser polémico y otra muy diferente es ser apreciado por el público.

La imagen no es algo que podamos calificar como buena o mala, más bien tiene que ver con la eficiencia y los resultados que ésta cause. De nada sirve que todos sepan tu nombre si nadie quiere tener nada que ver contigo y si te echas a tus audiencias encima.

El conductor debe recordar que cuando dice comentarios hirientes sobre las circunstancias de un artista, no sólo se mete con el artista, sino con una gran cantidad de personas que lo escuchan y que probablemente están pasando por lo mismo.

¡Prudencia y respeto!

Roberto Franco Briones

Consultoría en Imagen Pública ICONOS

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