El medio ambiente, prioridad
Red Interna / Humberto Famania Ortega
El principal atractivo de Puerto Vallarta Jalisco y la Bahía de Banderas, es su entorno natural, por eso somos lo que somos, uno de los destinos turísticos más importantes de México. Vemos que no existe una partida presupuestal justa en su conservación, ni federal, estatal o municipal, siendo el principal detonante de nuestra actividad turística.
Si seguimos deteriorando su entorno, va a llegar el día que no seremos atractivo para nadie, y por ende nuestra economía se verá mermada considerablemente. Urgen medidas más severas contra los depredadores que como hormiguitas están atentando de nuestra flora y fauna.
Son tiempos donde es necesaria una planeación integral para los asentamientos irregulares que siguen atentando contra la armonía de nuestro municipio y sus alrededores, considerando que los servicios públicos son necesarios, pero se debe de iniciar con la regularización de la tierra, para obtener recursos frescos vía impuesto predial y estos se destinen íntegramente para su infraestructura.
Las dos caras de Vallarta
Existen dos caras de Puerto Vallarta Jalisco y se diferencian mucho; basta con penetrar en su zona semiurbana, un poco más y nos daremos cuenta de las diferencias tan enormes en infraestructura municipal. Parto de una obligación de quienes gobiernan; hacer un gobierno para todos.
Urge fomentar la conciencia turística, tanto para gobernantes como gobernados, sólo de esta manera se pueden apreciar las potencialidades y los rezagos de la comuna, y así planificar las acciones que resulten en beneficio. Me queda muy claro que solo con amor a esta tierra prodigiosa se podrán lograr los avances requeridos para seguir siendo un destino que siga compitiendo a nivel nacional e internacional. Por eso repito, vivimos de la naturaleza y a ella nos debemos, sin ésta no existimos en esta actividad tan noble que nos ha dejado múltiples beneficios.
Todos somos responsables
La responsabilidad es de todos, la realidad es que no se ve mucha cooperación para emprender una cruzada permanente, nos falta educación y cultura, hasta en los lugares donde se supone existe es una lástima encontrar personas ajenas a preservar nuestro entorno. Por otro lado, falta regularizar los servicios municipales de recolección de basura, recuerden que todos la originamos, no únicamente los hoteles y restaurantes, donde se ve una clara prioridad. Por eso la conservación de nuestro municipio es prioridad en todos los aspectos. Por desgracia el surgimiento productivo de la Bahía, ha sido polarizado y anárquico, sus desarrolladores y pobladores no han retribuido ni una mínima parte en la magnitud del daño causado hasta ahora.
Un próspero pasado
Hace algunos años, nuestro destino turístico era considerado como un Puerto de transporte marítimo de materias primas de alimentación por su producción de calidad, por nuestras tierras de la costa norte de Jalisco y sur de Nayarit. Era el frijol, maíz y plátano que inclusive salía de las fronteras de nuestro país, además del pescado y el aceite de tiburón. Más de 17 ríos y riachuelos riegan esta bahía, por lo tanto le dan fertilidad a estas tierras que la hacen muy productiva, siempre hemos contribuido a la dieta de nuestro mercado nacional. Hago esta mención para sentirnos orgullosos los pata saladas que tenemos de que presumir a propios y extraños.
Se respetaban los equilibrios de las siembras y pesca, y se hacían muchas veces en forma rudimentaria, era un verdadero paraíso escondido. Nadie se podía quejar de la falta de alimentación, todo existía, además de la cordialidad de su gente, siempre hospitalarios. El turismo que se practicaba era con las personas provenientes de los poblados circunvecinos como Talpa, Mascota, San Sebastián, Compostela y Tomatlan, que asistían gustosos a sus fiestas patronales y a sus vacaciones de verano. Era una verdadera algarabía recibirlos con el corazón en la mano.
Lo lamentable es que la cabecera municipal la dejamos crecer en forma anárquica olvidando su planeación integral. Bien, la población ha aumentado de una forma exponencial y de aquí los múltiples problemas que nos aquejan. Sólo con voluntad férrea de nuestras autoridades contagiando a su población con un sentido de responsabilidad compartida, podremos salir adelante con rumbo bien definido.
-. La naturaleza cuando se canse por el abuso de su belleza, responderá con la fuerza que Dios le ha dado.-