La superinfección que perdura por siglos: La Gonorrea
Medicina Familiar / Dr. Marco Antonio Inda Caro / Medicina Familiar
La gonorrea, al igual que la tuberculosis, es una superinfección que ha perdurado por siglos. Tras una relación de riesgo (personas con múltiples parejas de cualquier sexo), las mujeres pueden experimentar malestar durante el acto sexual, y los hombres pueden presentar lesiones tipo ulcerosas en el cuerpo del pene y la zona anal, acompañadas de secreción. La gonorrea es una de las tantas enfermedades de importación en México.
Durante décadas, la penicilina fue un alivio para las molestias y secreciones causadas por estas lesiones. Sin embargo, hoy en día la penicilina ya está en desuso y las lesiones no ceden con la antibioticoterapia. La sintomatología incluye secreción maloliente por el meato urinario tanto en hombres como en mujeres (uretritis) y por el canal vaginal. En un 50% de los casos, las mujeres son asintomáticas, ya que la gonorrea causa inflamación del cuello uterino. Cuando se agrega otra bacteria, generalmente se produce secreción vaginal y dolor durante el acto sexual. Estas lesiones pueden durar años en las personas, quienes siguen propagando la enfermedad.
Tanto el hombre como la mujer son reservorios naturales de la gonorrea. Sin embargo, el gran punto a discutir es la extensión de su propagación y lo difícil que suele ser su cura. La secreción por la uretra es lo que más frecuentemente hace que los hombres busquen ayuda. Después de orinar, permanece una secreción que puede durar más de dos horas, lo que provoca dudas y obliga a preguntar a la pareja el porqué.
Hoy en día, el estudio barato que sigue utilizándose es la solicitud del V.D.R.L., el cual puede ser positivo por meses o años y que, en mujeres embarazadas, genera dudas hacia la pareja.
Por esta razón, la “supergonorrea” es una de las enfermedades bacterianas más difíciles de erradicar y tratar, esparciéndose sin control por todos los continentes. Si la gonorrea fuera riqueza, habría muchas personas ricas a nuestro alrededor. Es una fuente de trabajo, pues ocasiona múltiples asistencias médicas debido a la persistencia de las molestias y la sintomatología crónica de secreción, además de las relaciones incómodas por las ulceraciones vaginales, peneanas y anales.
Por lo tanto, el portador de gonorrea se enriquece con multidosis de antibióticos, hace rico al médico por las múltiples consultas solicitadas, enriquece a la farmacia y al laboratorio, pero deja infértil al portador. ¡Cuidado, caras vemos, gonorrea no sabemos!