El melanoma, el cáncer de la piel más peligroso

  1. ¿Qué es el melanoma?

Es un tipo de cáncer que se desarrolla en las células que producen melanina (melanocitos), el pigmento que da color a la piel. Se puede formar en cualquier parte de la piel, pero es más propenso a comenzar en el pecho y espalda de los hombres y en las piernas de las mujeres.

  1. ¿Qué tan letal es?

El melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso, en comparación con aquellos en piel de células basales y escamosas, debido a que tiene más probabilidad de propagarse a otras partes del cuerpo, si no se detecta a tiempo. Sin embargo, al igual que todos los tipos de cáncer, se puede curar si se detecta en una etapa temprana.

  1. ¿Es posible prevenirlo?

Existen medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de padecer melanoma y otros cánceres de piel.
La forma más importante de reducir el riesgo de melanoma es protegerse de la exposición a los rayos UV. Algunas personas piensan que la protección solar debe ser cuando pasan un día en el lago, la playa o la piscina. Sin embargo, la exposición solar se acumula día a día, y ocurre cada vez que hay exposición al sol.

  • Mantenerse en la sombra: es una de las mejores maneras de limitar la exposición a la radiación ultravioleta, sobre todo en un horario entre las 10:00 am y 4:00 pm.
  • Al estar al aire libre: vestir con prendas que cubran la mayor parte de la piel, así como optar por telas con tejidos tupidos.
  • Aplicarse bloqueador contra rayos UVA y UVB: debe contener FPS (factor de protector solar) mayor a 30, y deber se reaplicado por lo menos cada 2 horas.
  • Utilizar gorra o sombrero: asegurarse que cubra el rostro, orejas y cuero cabelludo.
  • Evitar las camas bronceadoras y lámparas de sol.
  1. ¿Cómo se diagnostica?

El melanoma se puede diagnosticar en sus inicios a través del autoexamen de la piel, por lo que es importante familiarizarse con ella para detectar cualquier nuevo lunar o cambios en los existentes. Existe la regla del ABCDE del melanoma, que ayuda a las personas a detectar cambios en forma temprana de los lunares como: la asimetría, los bordes, el color, el diámetro y su evolución. Además, los exámenes de rutina con un dermatólogo son importantes para llevar un control de los lunares y manchas en la piel, así como detectar aquellas nuevas marcas que puedan aparecer en el cuerpo.