Los Delfines Danzantes

Voceros Incansables / Por Félix Fernando Baños

El anverso y el reverso de la medalla conmemorativa que hizo en 1987 el maestro Octavio González Gutiérrez para celebrar la inauguración de la Fuente de la Amistad

Encima de la Fuente de la Amistad, instalada en el punto de confluencia del Malecón y del Malecón de la Marina, al comienzo de la calle Zaragoza, se encuentran estas tres esculturas en bronce a la cera perdida, patinadas en color verde, con estructura de acero inoxidable y tubería hidráulica interna. Su autor fué el maestro James Alfred Bottoms, más conocido como Bud Bottoms.

Fueron las primeras esculturas en bronce vaciadas en Puerto Vallarta desde 1926, cuando el señor cura Francisco Ayala mandó fundir la campana “La Eucarística” en el corral de la parroquia de Guadalupe. En el caso de los Delfines Danzantes, el maestro Octavio González Gutiérrez utilizó como taller de fundición un terreno baldío en la calle Venustiano Carranza, de la colonia Emiliano Zapata. Bud Bottoms le envió los moldes, utilizados para la confección de los delfines originales de la Fuente de la Amistad en Santa Bárbara. Y por haberle sugerido una disposición de los delfines distinta a la de Santa Bárbara, Bud Bottoms dio a Octavio González Gutiérrez el título de “coautor”.

Los Delfines Danzantes forman una familia. El delfín macho salta vigorosamente, curvándose, con el hocico abierto, emitiendo una ráfaga de sonidos de satisfacción. La hembra salta en sentido casi opuesto, a menor altura, curvándose también y con el hocico cerrado. La cría de ambos, asimismo con el hocico cerrado, es la que salta más abajo, desde la aleta caudal de su madre, curvándose sobre la aleta caudal del padre y hacia una dirección parecida, pero divergente.

La tubería interna colocada dentro de la escultura hace que el agua salga por los espiráculos de los dos delfines adultos, permitiendo que estén húmedos como si acabaran de salir del mar.

En 1996 se les quitó la pátina original, con la intención de dorarlos. Se les aplicó la preparación necesaria para adherirles las hojas de pan de oro. Pero reflexionando que la erosión marina dejaría nada más el bronce en poco tiempo, sus promotores cancelaron el proyecto, ya que resultaría incosteable estarlos dorando una y otra vez. El H. Ayuntamiento llamó entonces al maestro Octavio González Gutiérrez para que les devolviera la pátina anterior.

En 2011 limpió y volvió a patinar los delfines el maestro Héctor Manuel Montes García, bajo la supervisión del curador Ricardo Duarte, cuando se removió la Fuente de la Amistad del comienzo de la calle Independencia para instalarla en su emplazamiento actual. También se sustituyó en esa ocasión su estructura interna, que era de fierro dulce, por otra de acero inoxidable. Se advirtió que estaban muy deteriorados, por lo que era necesario volverlos a fundir. El Regidor Ignacio Guzmán García, en su visita a Santa Bárbara para recoger los planos de la Fuente de la Amistad, también trató este asunto con Bud Bottoms. Pero el H. Ayuntamiento no tenía presupuestada esa fundición, así que se pospuso.

Sin embargo, algún día se tendrán que sustituir los vaciados actuales de los delfines por otros nuevos, debido a su desgaste. fbanoslopez80@gmail.com