La vergonzosa afición en tiempos de guerra

Percepciones / Roberto Franco Briones / Consultoría en Imagen Pública ICONOS

El partido de Gallos de Querétaro contra Atlas ha quedado para la historia

¡Vergüenza! No hay otra palabra que describa este fin de semana en Querétaro. De verdad, es ver la tempestad y no querer comprenderla. Señores, ¡el mundo se nos está cayendo moral y económicamente! Rusia tiene una guerra en donde mucha gente está saliendo herida, la pandemia ha dejado sin padres e hijos a demasiada gente, ¿ustedes creen que estamos para fanatismos deportivos que lleguen a heridos graves e incluso muertos?

¡Despierten! La vida es un bien sagrado, si no, ¿para qué nos encerramos todos prácticamente dos años?, ¿para que un grupo de personas crean que golpeando a otros defienden a su equipo de fútbol? ¡Absurdo!

El partido de Gallos de Querétaro contra Atlas ha quedado para la historia. Esta es una cicatriz que no va a ser fácil de borrar por la triste situación y por el momento en que sucedió.

Acorde a los reportes, en el lugar se encontraban 900 policías, una cifra nada despreciable para un evento deportivo, por lo que a mi punto de vista esto no es responsabilidad de la autoridad, es de los equipos que no sólo les regalan los boletos, sino que mueven a los fanáticos de la denominada “barra”, que en todos los estadios es conocida por carecer de control.

Aunque usted no lo crea, tiene que ver con la imagen. Le explico, en el momento en que los fanáticos reciben boletos gratis e incluso les dan transportación cuando los partidos son fuera, ¿qué sucede? ¡Hay agradecimiento! Ese agradecimiento lo demuestran defendiendo hasta el tuétano a su equipo de cualquiera que hable mal de él. De tal forma que no es extraño que haya algún altercado.

Lo que no entienden es que mientras ellos se pelean al punto de casi matarse, sus dueños toman café y se ríen organizando eventos en los que ambos puedan generar dinero. El Grupo de Economistas y Asociados (GEA) reveló en 2019 que el fútbol deja ganancias en México por más de 100 mil millones de pesos.

Está bien ser fanático de un equipo, porque eso nos ayuda a generar una identidad. Lo que está mal es caer en agresiones verbales o físicas en algo que el día de mañana no tendrá ninguna repercusión.

Abramos los ojos, el mundo ya está suficientemente mal como para pelearnos por un deporte. El mundo se nos está cayendo en pedazos, dejemos de destruir y veamos si nos es posible ayudar.

Roberto Franco Briones

Consultoría en Imagen Pública ICONOS

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