Identifican efectos a largo plazo del COVID-19

Se ha documentado que muchos órganos además de los pulmones se ven afectados por el COVID-19.

Tras 11 meses de pandemia se ha documentado que muchos órganos además de los pulmones se ven afectados por el COVID-19 y que hay distintas formas en las que la infección puede afectar la salud de una persona.

Si bien la mayoría de las personas con COVID-19 se recuperan favorablemente, algunos pacientes pueden tener síntomas que se pueden extender semanas o incluso meses después de recuperarse de la enfermedad aguda.

Incluso las personas que no están hospitalizadas y que desarrollaron la enfermedad de manera leve pueden experimentar síntomas persistentes o tardíos.

Algunos de los síntomas a largo plazo comúnmente reportados son: fatiga, dificultad para respirar, tos, dolor de articulaciones y dolor en el pecho.

Otros síntomas reportados a largo plazo incluyen: dificultad para concentrarse, depresión, dolor muscular, dolor de cabeza, fiebre intermitente y latidos rápidos o fuertes del corazón.

Las complicaciones más graves a largo plazo suelen ser menos comunes, pero también se han documentado. Estos síntomas afectan a diferentes órganos del cuerpo como: inflamación del músculo cardiaco, anomalías en la función pulmonar, lesión renal aguda, erupción cutánea, caída del cabello, problemas de olfato y gusto, problemas de sueño, problemas de memoria, depresión, ansiedad y cambios de humor, entre otros.

Aunque aún se desconocen los efectos a largo plazo de estos síntomas y sus afectaciones en la salud de los pacientes, se trabaja en la investigación activa para la atención clínica del COVID-19, así como para tomar decisiones en materia de salud pública y hacer frente a la pandemia.

La mejor manera de evitar estas complicaciones a largo plazo es previniendo el COVID-19 con medidas preventivas y adoptando estilos de vida saludables.

La SSJ reitera a toda la población de Jalisco que en el momento actual de la pandemia es indispensable sumarse al cumplimiento de las medidas de carácter obligatorio y limitar las actividades o lugares donde se aglomeren personas; así como reforzar  las medidas preventivas ya conocidas para evitar enfermarse: usar cubrebocas adecuadamente (puede reducir hasta 90 por ciento el riesgo de contagio), permanecer por corto tiempo en espacios públicos, mantener distancia de 1.5 metros entre personas, y lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón o usar gel alcoholado al 70 por ciento.

Si se presentan síntomas como tos persistente, dificultad respiratoria, fiebre que no cede o la oxigenación en sangre disminuye a menos de 92 debe acudirse a una unidad de urgencias y no esperar una prueba confirmatoria de COVID-19.

Información de la Secretaría de Salud Jalisco.