¿Qué hacer en vacaciones?

Educación y parentalidad

Acorde a nuestra realidad laboral o psicológica, las vacaciones deben ser aprovechadas para la regeneración física y mental, pues igual que cualquier organismo, nos desgastamos, nos cansamos y requerimos de espacios y tiempo para “cargar baterías”

Dr. Jesús Cabral Araiza

“De vez en cuando desaparece, tómate un pequeño descanso,

para que cuando vuelvas a tu trabajo tu juicio sea más acertado.

Toma cierta distancia, porque así el trabajo

parece más pequeño, la mayor parte se puede asimilar

en un abrir y cerrar de ojos, y la falta de armonía y

la proporción es más fácil de ver”.

Leonardo da Vinci.

Iniciemos por tratar de definir qué son las vacaciones.  Es el plural de vacación, un término que procede del latín “vacatio” y que hace referencia al descanso de una actividad habitual. Se trata del período en el cual las personas que estudian o trabajan, suspenden temporalmente sus obligaciones. Las vacaciones están asociadas al descanso, el ocio y el turismo.

Dependiendo del contexto cultural y laboral de las sociedades, ello puede ser un área de oportunidad o incluso la temporada que las personas trabajan más. Algunos ejemplos, existen sociedades en países asiáticos que migran a Europa y que, a ojo de los locales, hacen una competencia desleal, pues no cierran nunca sus negocios e incluso llegan a abrir algunos las 24 horas del día, ello lo podemos ver en ciudades como Roma, París, Barcelona entre otras. Para los que llegan, es una práctica cotidiana generalmente asociada a la cultura y ligada a la necesidad de acumular algo de capital para la reinversión o para sobrellevar los tiempos complicados que pudieran venir.

Mecanismo de defensa

Por otra parte, algunas personas en nuestro contexto mexicano, e independientemente del giro laboral, trabajan igual en vacaciones como en la temporada laboral regular. Muchas de ellas lo hacen como parte de un esquema de mecanismo de defensa psicológico, asociado a tratar de evitar actividades, rutinas o confrontaciones sociales con personas o situaciones que les pueden resultar muy incomodas. Con la actividad laboral “justifican” su poco tiempo para no atender a la familia, alguna persona en particular, o evitar sentirse inútiles” pues “toda la vida ha trabajado” y desean ser “buen” ejemplo para sus hijos.

Las justificaciones pueden ser diversas, pero la realidad es que están evadiendo una actividad humana que, por demás es necesaria, el hecho del descanso y la vacación. Siguiente en este rubro de los mecanismos, hay otras personas que ante la ansiedad que les provoca dedicar tiempo para el diálogo o la convivencia entre sus seres queridos, optan por justificar su saturación de pendientes y explicar que esos días “libres” los dedicarán a recuperar el trabajo atrasado. Mentira piadosa y muchas veces poco creíble para la familia, pero al fin se pueden salir con la suya.

Necesidad de regenerarse.

Por otra parte, y si de algo sirve viajar es para aprender. En algunas oportunidades que he tenido de viajar, he podido constatar cómo las personas se toman el descanso muy en serio. Ello no significa que no trabajen, por el contrario, existen pueblos que saben muy bien y lo viven a diario el hecho de la actividad laboral como parte de su esencia misma, y de la satisfacción de verse y saberse productivos. Pero ello no impide que hayan modificado su legislación, por ejemplo, en algunos países europeos para que la jornada laboral sea de seis horas y no de ocho, incluso la discusión sigue viva y todo apunta que más países se sumarán a ello.

Contrariamente, en países latinos tenemos la creencia cultural que entre más horas estemos en el trabajo, seremos más “productivos y prósperos”, la realidad es otra. Cuántos casos no conocemos de oficinas públicas y privadas en las que hay un exceso de tiempo perdido, ya sea en desayunos, comidas, tareas sin sentido, o en “hacer como si se hace”, y las empresas en contratar sistemas o mecanismos de supervisión del trabajo, circuitos cerrados, rubricas de producción etcétera.

Regresando al tema de la cultura, no podemos cambiar un país cuando los sujetos fomentamos la cultura de la simulación. Si vas a trabajar ¡hazlo! No finjas o simules, el tiempo laboral debe ser productivo, ya llegaremos a disminuir la jornada laboral cuando nuestra actitud y producción lo ameriten.

En este contexto debemos entender todos, que acorde a nuestra realidad laboral o psicológica, las vacaciones deben ser aprovechadas para la regeneración física y mental, pues igual que cualquier organismo, nos desgastamos, nos cansamos y requerimos de espacios y tiempo para “cargar baterías” para regresar a este maravilloso viaje que es la vida.

Saber planear las vacaciones

De igual manera, es muy importante que se dé un tiempo, estimado lector, y ya sea que usted sea quien decide las vacaciones, o ya sea a quien llevan de vacaciones, puedan hablar y planear sus lugares y tiempos para hacerlo, pues tristemente ahora no sólo depende de factores como la disponibilidad de tiempo y lugares, igual debemos considerar aspectos como la seguridad y las alertas de vacaciones. Dentro de su planeación le puedo recomendar, y dependiendo de su tiempo y forma de traslado: buscar ligas de hospedaje (V.gr. Booking) ligas de rutas que dan distancias, gasolineras y hasta casetas (SCT.gob).

México sigue siendo un lugar hermoso para regenerar en entusiasmo, planee con tiempo, y si viaja en su vehículo, tenga la precaución de revisarlo con su mecánico de confianza, es más económico pagar aquí que buscar quién le ayude en carretera o en lugares inhóspitos sin mecánicos. ¡Que disfrute sus vacaciones!