Ha valido todo…y lo que vendrá

Educación y parentalidad /Jesús Cabral Araiza

No hay precio que supla hacer una buena persona e inculcarle valores
Educación y parentalidad Dr. Jesús Cabral Araiza

“Cuando te sientas perdido en el planeta una brújula te ayudará, pero cuando te sientas confundido y perdido con la gente, los problemas y retos que se presentan en la vida, está la brújula del cariño y amor de tus padres.” J. Cabral

Aún recuerdo con mucho amor esos primeros llantos una vez que saliera del vientre de su madre, recuerdo sin fin de anécdotas sobre sus reflexiones y rasgos de carácter que a la fecha no se han perdido. Sus primeros pasos –literal-  palabras, comentarios profundos y deseos de estudio en algunas áreas de las ciencias exactas.

Atrás han quedado los desvelos sobre su salud integral y alimentación, el cuidado de con qué amiguitos juntarse y qué harán, salidas fuera de casa, buenas o malas influencias, orientaciones y aprendizajes básicos sobre su persona, salud física y emocional, relaciones interpersonales, relaciones institucionales escolares, planeaciones sobre su futuro personal y profesional… Pero esperen, hasta cierto punto, pues uno nunca deja de ser padre. Supongo que hasta este punto se estarán preguntando ¿de qué estoy hablando? 

Pues bien, tengo el orgullo de comentarles que el pasado lunes 13 del presente, mi primogénito Joel Cabral Biurcos, ha firmado su acta de titulación como Ingeniero en Mecatrónica, situación que nos llena de orgullo a sus padres y que, por otra parte, hace reflexionar en la rapidez con la que el tiempo inexorablemente transcurre como agua entre los dedos para no regresar.   

Atrás han quedado muchas cosas de la vida de un niño que ha transitado hacia la adolescencia, y que ahora está desplegando alas para partir con una meta mucho más ambiciosa, pero realista, que seguro lo colocará y posicionará en la vida como él lo ha planeado. Como padre no puedo menos que admirar su esfuerzo y tenacidad, pero a la vez ver en su logro, un objetivo, plan y logro personal, pues siempre he tenido la idea de que los hijos deben superar y ser mejores que sus padres. En su caso ya lo ha logrado, pues las habilidades conocimientos y calidad humana hablan muy bien de él y serán poderosas herramientas para un mundo que a diario nos pone a prueba a todos.

Me ha tocado felicitar a un sinfín de padres de familia cuando sus hijos reciben su título o estampan su firma en su acta de titulación, ahora comprendo plenamente la satisfacción y orgullo que se siente ver en ese momento todo lo que se ha luchado por tantas personas para que un logro de esa naturaleza sea hecho.

Cuando alguien me pregunta cuánto ha costado la educación de mis hijos, no puedo dejar de pensar que no hay precio que supla hacer una buena persona e inculcarle valores, y que sale más cara la ignorancia que el costo de una formación escolarizada de calidad, de hecho, pocas cosas tendrían más valor que la dedicación cotidiana de los padres para apoyar la formación integral de sus hijos y hacerlos mejores que uno mismo. Ante ello, solo me queda volver a felicitar a mi hijo y desearle lo mejor del mundo que se lo está ganando y no tengo duda que vendrán mejores cosas para él. Te amo hijo y sé que seguirás creciendo con la calidad que te caracteriza.