Educación del turismo nacional

Hablemos claro y asertivamente, y de ser necesario reeduquemos al turismo, valdrá la pena saber que en la siguiente visita se comportaran mejor ellos y su descendencia

Dr. Jesús Cabral Araiza

Educación y Parentalidad

“La gente puede escuchar tus palabras, pero sienten tu actitud.”

John C. Maxwell

Una de las cosas más complicadas que tenemos los seres humanos en general, y que se refleja en algunas personas nacionales en estas fechas de vacaciones en lo particular, tiene que ver con la falta de educación turística. Si bien el sector turístico es una actividad muy sensible a las noticias y las actitudes, justamente muchas de las actitudes que mantienen personas que como turistas nacionales nos visitan masivamente en estas fechas, dejan mucho que desear.

Y es que no hay justificación alguna para observar la cantidad de atropellos que a diario observamos en nuestra zona conurbada de la Bahía. Pero si le parece bien hablemos de algunos ejemplos.

En las calles de la ciudad

La pregunta pareciera obvia, pero creo no lo es, ¿por qué algunas personas que llegan de otros sitios del país se sienten con el derecho de aventar basura por la ventana de sus vehículos, o tirar la basura en la calle al ir caminando? Es obvio que no es por falta de botes de basura y aun cuando faltarán estos, la gente bien podría como cualquier ciudadano civilizado, guardar su basura esperando encontrar un lugar adecuado para ello. Este triste ejemplo cada año se repite más cotidianamente en Semana Santa y pascua en nuestro destino sin que autoridad alguna o ciudadanos comunes intervengamos al menos para tratar de evidenciar, avergonzar y corregir al infractor -por decirlo eufemísticamente- otros bien le podrán decir “puerco”.

 En las playas

Las playas son la extensión de lo que ya he mencionado, las personas piensan que quizás el son desintegrara su basura o que algún animal misterioso se la comerá, o quien sabe que pase por su cabeza, pero seguro nada racional que justifique el que las playas las deje como seguramente tiene su casa, pues lo que hacemos es el reflejo de cómo vivimos.

¿De verdad no ven documentales esas personas en los que hasta el cansancio se menciona el ciclo de la vida y el daño que hacemos a las especies en particular y a los ecosistemas en general cuando tiramos basura? Claro que nadie está en contra de su visita, ero como tal procura cuidar la casa de quien visitas, pues tú regresas y el que vive aquí tiene que lidiar con tus destrozos y malos ejemplos, es una cuestión de educación.

 Hacia la flora y fauna

Por otra parte los ecosistemas justamente son organismos interdependientes, no solo los animales, las plantas y los diversos organismos de diferentes tamaños conforman una biocomunidad en la que las acciones de unos están interconectadas con las acciones de los otros.

En nuestro caso, los seres humanos nos convertimos en el principal organismo dañino hacia el entorno. Este lugar al que muchos consideramos paraíso, no es eterno y lo será menos si no nos oponemos y dichas prácticas depredadoras que en el fondo solo se sostienen por gente mal educada en casa y que no ve una clara oposición a sus malas acciones. En este asunto de cuidar nuestro entorno igual tiene responsabilidad quien no se opone, quien no actúa, quien no dice ¡Ya Basta!

 Hacia las personas.

De igual manera no solo los hechos descritos, por igual las malas actitudes de quienes llegan a “provincia” pensando que solo viven personas ignorantes y que los que llegan de ciudades más grandes tienen más derechos, están muy equivocadas. Creo que confunden el buen trato y amabilidad con la ignorancia, que en todo caso esta segunda condición aplica más para describir las malas actitudes y educación lamentable.  Igual quien llega merece respeto, pero este se gana, no se compra como muchos turistas lamentablemente piensan que se obtiene.

 ¿Qué hacer?   

Considero que hay valores necesarios de fomentar en ambas partes, tolerancia, cortesía y educación integral no estarán de más, pero de ambas partes, tanto del turista que llega como del ciudadano que interactúa con él, no solo del hotelero o comerciante, pues igual los ciudadanos que nos dedicamos o diversas actividades los vemos e interactuamos por igual. Hablemos claro y asertivamente, y de ser necesario reeduquemos al turismo, valdrá la pena saber que en la siguiente visita se comportaran mejor ellos y su descendencia, ¿no cree usted? Buen día.