Aprender de los tiempos políticos

Cada vez me resultan más vacías y sin sustentos las frases y promesas de campaña, creería más en una carta de respuesta de Santa Claus

Por: Dr. Jesús Cabral Araiza

 

“Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo,

pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo”.

 Abraham Lincoln

Existen diversas condiciones socioculturales que nos distinguen a los mexicanos. La mayoría considero dignas de presumir y sentirse orgullosos. Pero hay igual alguna que otra que pueden causar pena ajena. El día de hoy trataré de plantear algunos puntos de reflexión sobre el próximo semestre que nos tocará vivir en nuestro país, y de las condiciones de laboratorio social en las que quizás nosotros mismos somos, o el objeto de estudio o la materia prima con la que desean experimentar los políticos.

No importa el color

Recuerdo la primera vez que me pareció que una alternancia de color significaba un cambio real en las formas y resultados de la política, he de confesar que era un poco más ingenuo que hoy. Y es que en esos años ver que la presidencia dejaba de ser de un partido que había dominado tantos años el escenario político nacional, resultaba poco creíble. La expectativa creada por el nuevo y flamante presidente, muy pronto pasó a ser asombro y decepción, pues la incapacidad, ignorancia y vacío de las ideas, así como la ineficacia de las acciones se habrían paso e incluso aprendían pronto las viejas formas de hacer corrupción y política, las cuales se pensaba ya habían quedado en el pasado. Por ello cada vez me resultan más vacías y sin sustentos las frases y promesas de campaña, creería más en una carta de respuesta de Santa Claus. Pero espero no me crea y revise algo de historia en este sentido.

Antecedentes sociopsicológicos

Como sociedad contamos con antecedentes que hacen entender la visión mesiánica y caudillista que tenemos de los líderes, que, dicho sea de paso, no nos ayuda a cuestionarlos ni a ellos ni al sistema de partidos que no nos ha ayudado a generar un cambio real que mejore nuestras condiciones de vida y sociedad. Mantenemos la fe casi inquebrantable que el siguiente ahora sí será el “bueno” …  y es hora que no llega. Y es que al paso que vamos, resulta poco menos que difícil pensar que surja un caudillo o mesías que resuelva todo por su solo capacidad, sabeos que hoy en día se requiere de trabajo en equipo, que sume capacidades y esfuerzos comunes en causas precisamente afines a todos.

Necesidad de atención

Y es que, por otra parte, la necesidad de atención y solución de los problemas psicosociales es apremiante e histórica. Hablamos entre otras cosas de atención a las condiciones miserables de vida en la pobreza, falta de trabajo, empleos bien remunerados, oportunidades de educación de calidad para todos, salud pública de calidad, servicios públicos igual suficientes y de calidad. Y entre más cosas, que cuando recibamos algún servicio de calidad no nos hagan sentir que una dadiva o un favor inmerecido. Pues bastante hemos aguantado dirigentes corruptos y son ellos precisamente los que deberían de pedir disculpas a diario.

¿Existe alternativa?

Aunque resulta lamentable cuando uno reflexiona a la pregunta, ¿por quién votaras para presidente? Y uno de verdad piensa ¿De qué me quiero enfermar, de dengue o de chikungunya?

En el fondo no deja de ser tragicómico que un país tan rico y variado culturalmente, con la historia de orgullo que tenemos. Con su extensión y belleza, tenga la historia de gobernantes que en su gran mayoría solo han pasado con más pena que gloria.

Por fortuna, cada vez se cuenta con más personas participativas, críticas, con valores y valía, que muy seguramente harán un cambo para una población mayor. Pero igual debemos hacer un llamado desde este espacio y este tiempo para: ser críticos, no solo criticones, participar más de la solución y no ser parte del problema. Hacer y no vivir del o en el pasado.  Señalar al corrupto y no repetir los errores que denunciamos. Trabajar duro con una visión positiva y clara del futuro que deseamos. Vivir tratando de ser ejemplares para nuestros hijos. No dejar pasar un día sin que hagamos algo bueno por los otros, aunque sea o parezca pequeño lo que hagamos.

Estoy seguro, que la gente cuando nos observe podrá de alguna manera buscar la inspiración que igual está buscando para ser mejor en algo de lo que hace, principalmente los más pequeños. Que pase buen día.